Abrió los ojos sin saber muy bien donde se encontraba. Lo primero que notó fue un terrible dolor de cabeza. Por un momento no reconocía su propio dormitorio. Miró hacia el despertador. Todavía faltaba más de una hora para que sonase. Sintió los pies fríos y se dio cuenta de que estaba completamente desnudo. También notó el peso de un brazo fuerte sobre su pecho. Giró la cabeza hacia su derecha y lo vio.